21/5/09


Es de convenio multi social que el sonido de una ventosidad butírica (conocido en algunas culturas occidentales como pedo) provoque risa. 
Sin embargo,  no es equívoco afirmar que no todo lo que el organismo “dice” resulta agradable al común de la gente.
Se han realizado estudios que revelan que los sonidos provenientes de la boca de una persona cuando mastica arruinan más almuerzos familiares que el divertido cántico de un sordito.
Mandíbulas de gorila masticando caña que repiquetean en oidos donde el propio asco generado es el encargado de adosar la dosis justa de exageración. De ahí que un inofensivo ñam ñam sea traducido como ¡¡SCRÜÑCHSMONFFYYYYJJJ!! 
El dialogo entre el cuerpo de otro y el autocontrol de uno continúa de la mano de un hombre resfriado y con la nariz repleta de aguas vivas, tragándose el stock completo de su amarillenta inmundicia con un ronquido patente Diego Peretti, a un promedio de una vez cada cuatro minutos. Algo así como una cucharada de moco por hora. 
Siguiendo con la línea de la laringe y aledaños, retumba en busca de camorra un eructo poseído por un nauseabundo aroma a omelette dë Neustadt. Al igual que esa pequeña fricción detectada en la voz de quien nos habla producto de un mucoso himen de pollo atorado en su garganta que nos hace detenerlo y sugerirle que lo trague.
Dedos que suenan, saliva que se absorbe como si fuera a caerse mientras se habla, liquido bajando por la garganta con un sátiro suspiro de broche. El cuerpo y los modales se complotan para despertarnos actitudes que nos catalogarán de histéricos.
Una vez más el silencio se ofrece para rescatar nuestra imagen y evitar así conflictos verdaderamente innecesarios. Nos invade entonces una falluta y contraída indiferencia que germinará a lo largo del día en forma de insultos y desquites con nuestro entorno.
Porque claro, lo que no nos mata nos fortalece…para matar a otro.


1 comentario:

  1. Impactante! Flatulencias al por mayor. Créame si le digo con total certeza que se pueden controlar, o que pueden simplemente no existir.
    El grito de Munch, expresionismo puro, un ser horrorisado por la realidad en la que vive. Un buena pintura, usada en este caso para ilustrar la parte inmunda del ser humano. Vamos!! Y que no me vengan a decir que un pedo es inevitable! Que entonces, un pedo te controla??? No le demos poder a la flatulencia! Podemos dominarla! Podemos oler y sonar bien siempre! No traguemos más catarro, no demos un beso con mal aliento, hay pasta dental y chicles!! Derroquemos la hegemonía del eructo. No, no basta con silenciar, el olor sigue!
    Justo hoy ví a un vendedor ambulante de churros escupir a la nada. Podés creer que cayó catarro en los churros!
    Ah, no compremos churros a vendedores ambulantes!! Vamos, se puede!!
    Mucha energy positiva a mi escritor preferido! Besosss!!

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