14/5/09

COMO CURAR EL MAL HUMOR

Usted está de mal humor y no hay nada que pueda hacer. De hecho, nada es lo que usted tiene que hacer. 

Los libros de autoayuda son buenos para solucionar problemas. Pero aquí el problema lo tienen los demás.
Ya que lo único en lo que usted piensa es en arruinarle la vida a alguien. A decir verdad, no lo piensa, sencillamente lo hace. 
Y ahí va, paseando su silencio entre la curiosa y torpe multitud de su cotidianeidad que se lo derrumbará con el más mínimo movimiento.
Porque puede elegir entre aprisionar con sus amígdalas el más condimentado de los insultos o bien abrir la compuerta de su cámara séptica verbal y convertirse en cuestión de segundos en un desocupado, en un alumno que recursa o en un esposo que vuelve a la casa de mami y papi.

Es importante entender que no solo la gente que lo rodea se verá afectada por su mal humor. Los daños colaterales se extenderán desde controles remotos con poca pila destruidos a golpes contra la mesa hasta teclados con la mitad de las teclas furiosamente metidas hacia adentro. 
Abrirá los mails con asunto “Para una persona como vos” sólo para reafirmar cuanto odia a su compañera de trabajo por haberle mandado tamaña pelotudez. 
Así es. Usted no hará nada para escaparle al mal humor. Se adentrará cada vez más hasta cometer la peor de las cagadas de su vida y así considerar que irse a dormir es lo que tuvo que haber hecho siempre.

El mal humor es la única enfermedad que se contagia por vía total. Un comentario ajeno (epa, que carácter), un roce bultoso (permiso, permiso), un recuerdo (dejé abierto el msn en lo de Andrea).
No intente recordar qué lo puso de mal humor. Podría terminar…de más mal humor.
Relájese y observe en silencio como todos a su alrededor se convierten en estúpidos ejemplares de la ignorancia. 
¿Realmente pensó que le iba a dar la cura para que se le vaya? Vamos. Que Papa Noel no existe, pero tampoco es boludo.



2 comentarios:

  1. Encima que no sabía que Papá Noel no existía, pensé que era boludo. Yo quería la cura, jaja! Cuando me levanto con esta fierecilla piedrita en la cola hago algo conestructivo, no hablo! No hablo por horas, me refujio en el momento más asocial de mi vida. No hablar en toda una mañana, es una buena opción. En mi caso el mal humor es ser y estar en el único lugar en el que no soportas ser y estar. Osea a la mañana vivir es dormir y si no la piedrita en la cola hasta hasta el mediodia. Luego la noche inspiradora y perfecta, curando todos los males. Excelente creación, me identifiqué, jaja.
    Besossssss a mi escritor preferido!

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  2. Años atribuyéndole a mi sangre tana ese "no se que" que dispara mi malhumor... el tono de voz de algún compañero de trabajo; una tarea simple encomendada a un colaborador que termina ejecutándose de la manera más atroz y despues, la pobre naba debe arreglar; el "pero Lorena" de una madre / o abuela especialista en hechar culpas; el malhumor o indiferencia de otro alguien....
    Debo concluir que sólo el tiempo (invertido en dormir o en alguna trivial tarea como cocinar, limpiar, etc) libera al monstruo del malhumor que se apoderó de mi auténtico ser...
    Dulces sueños!!!!
    Lore

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